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Consejos para cuidar la voz si eres locutor profesional

Consejos para cuidar la voz si eres locutor profesional

cuidar la voz. Vocal Health Tips
Picture by Cash Macanay on Unsplash

Consejos para cuidar la voz si eres locutor profesional. La voz requiere cuidados, requiere entrenamiento y, como no, requiere unas condiciones óptimas para rendir a su máximo potencial. Y en DVO queremos ayudarte a alcanzar ese potencial y sacarle el mayor partido a tus locuciones. Para ello acudimos a Marta Pinillos, experta logofoniatra con más de 30 años de experiencia, quien nos explica cómo cuidar la voz y nos brinda 12 consejos profesionales de cabecera.

Cuidados, sin duda, esenciales para locutores. Pero también, nos gustaría añadir, para cualquier profesional cuyo éxito pueda depender de esta maravillosa herramienta natural.

Escucha la entrevista completa a Marta Pinillos.

1. Ambiente y temperatura

Los estudios de grabación, sean caseros o profesionales, suelen ser lugares demasiado secos y poco ventilados. Es importante airearlos siempre que sea posible e incluso recurrir al uso de humificadores si la sequedad es muy alta. Y no nos olvidemos de la temperatura. “Debe estar en unos 19º o 20º C, ni frío ni calor, porque se resienten las cuerdas vocales”, comenta Marta.

2. La postura

Pinillos recomienda grabar en una postura vertical, para que el diafragma pueda distribuir el aire correctamente, sin impedimentos.

“Suele locutarse mejor de pie porque proporciona una mayor verticalidad y un buen ‘anclado’ al suelo, lo que permite que tu cuerpo actúe como un muelle y facilita mover las manos y los pies cuando la expresividad del texto lo requiera”. Esto no implica que no se pueda locutar sentado, siempre que mantengamos la verticalidad de la postura, con la espalda pegada al respaldo, para no comprimir el diafragma.

3. Tiempo de grabación y descansos

Si tienes que locutar muchas horas, nuestra experta aconseja tomar pequeños descansos y realizar ejercicios como hablar para atrás, para flexibilizarla. De esa forma, “evitas que el músculo se tensione en exceso y puedes seguir grabando durante más tiempo”.

4. Boca libre y estómago vacío

Resulta que te entra hambre o sed y caes en la tentación de ir a la nevera a buscar algo de comer y beber. “Listo para grabar”, pensarás tras saciarte. ¡¡¡ERROR!!! Marta es tajante: “Antes de locutar, no aconsejo tomar nada que tenga azúcar, sal, salsa, picante, frutos secos, leche, gas… es decir, no comas”. Obviamente, algo se puede comer, pero debemos tener en cuenta que todos los productos anteriores van a tener un efecto negativo sobre la mucosa y las cuerdas vocales y nos provocarán una mayo propensión a carraspear. “Y lo peor que le puedes hacer a tu garganta es carraspear y tomar menta”, insiste.

Conviene tener en cuenta también que las bebidas con gas o alcohol pueden alterar y desacompasar nuestra respiración, por lo que no son nada aconsejables.

5. Agua, la fuente de la vida

Indispensable, según Marta. Pero si además le añadimos un poco de jengibre, limón o bicarbonato… insuperable. “El agua por si sola no nos ayuda eliminar esa saliva pesada. El jengibre, el limón o el bicarbonato nos ayudan a aclarar la garganta y eliminar esos sonidos molestos delante del micrófono”.

6. Frases o palabras complicadas

A veces te puedes topar con frases o palabras de especial dificultad, que te pueden hacer pensar que eres incapaz de pronunciarlas correctamente. Que no cunda el pánico, todo tiene solución. Pinillos aconseja realizar ejercicios específicos para entrenar y fortalecer tanto la lengua como los músculos interiores y “saborear” las palabras. “Hay combinaciones difíciles de palabras, sobre todo si tienen muchas erres, que se pronuncian con la punta de la lengua. Mi consejo es saborear la palabra, silabearla pacientemente, sin comernos ninguna letra, y recrearnos en su sonido. Así conseguiremos domarla”.

7. Evita forzar la voz

Ante situaciones que te requieran exprimir las cuerdas vocales al máximo, como el inmenso alarido de Jordi Brau doblando a Nicolas Cage en ‘El insoportable peso de un talento descomunal’, nuestra experta nos da dos trucos. “El primero es apoyarte mucho en el diafragma, para que el flujo de aire dure todo el tiempo que tú quieras. El segundo, cuando tengas que gritar, apóyate siempre en las consonantes y nunca en las vocales. De esa forma, proteges las cuerdas vocales y evitas lesiones”.

Otro caso se puede dar es tratando de imitar el tono de un determinado actor, como le ocurrió a Claudio Serrano doblando a Christian Bale en la trilogía Batman de Nolan. Claudio perdió la voz en las tres películas, en sus intentos por recrear el tono carrasposo de Bale y tuvo que acudir Marta Pinillos para recuperarla. “ Las cuerdas vocales son un músculo. Cuando vayas a hacer algo diferente a lo que estás acostumbrado, es vital que lo entrenes tantas veces como haga falta antes de empezar a trabajar”, asegura. Según ella, todas las voces se pueden hacer, pero hay que saber colocarlas bien. “La voz rota se puede hacer colocándola en un punto justo de la nuez de Adán, y desde ahí soltarla sin hacerte daño en las cuerdas vocales”. Y recuerda no es lo mismo hacer tres frases que un guión entero, de ahí la importancia del entrenamiento para evitar lesiones.

8. Lesiones

Son inevitables, pero se curan. “Es normal que los que os dedicáis a usar la voz más de lo normal sufráis lesiones en las cuerdas vocales. Rafa Nadal tiene más tendencia que yo a lesionarse el brazo, porque está todo el día dándole a la raqueta”. La buena noticia es que cogidas a tiempo, las cuerdas vocales se pueden recuperar fácilmente y la voz quedar perfecta. Por eso es vital acudir a un foniatra ante cualquier problema.

9. Pérdidas de voz. ¿Cómo la recuperamos?

Lo primero que hay que hacer si se casca la voz es reposarla el máximo tiempo posible y acudir a un foniatra para analizar que has hecho mal y tener las pautas para evitar que vuelva a ocurrir ”, advierte Marta. El reposo ayuda a recuperar la voz, pero si no sabes qué te ha ocasionado la lesión, es muy probable que te vuelvas a lesionar. “Y lesión, lesión, lesión… al final te sale un nódulo o un edema”. Y muy importante, durante los periodos de reposo, evita también hablar susurrando.

10. Los remedios de la abuela

Para Marta Pinillos no existen remedios milagrosos para la voz, como el consejo de ponerse un boli en la boca para mejorar la dicción. “Cuando tienes un problema de dicción lo que debes hacer es flexibilizar los músculos que interviene para hablar, es decir, lengua, labios y mandíbulas. Si te pones un boli en la boca estás paralizando la lengua y los labios y tensando las cuerdas vocales”.

Otro mito falaz, en su opinión, es el de respirar con la tripa. “El diafragma es un músculo que rodea la cadera, la cintura y la espalda y se mueve en tres direcciones. Si focalizas únicamente en la tripa, tensas y paralizas la parte de los lados y la espalda, lo estás comprimiendo. Y así no consigues accionar el diafragma correctamente ni incrementar su capacidad de desplazar aire”.

11. La respiración diafragmática

“Todos nacemos con ella y hasta los ocho o diez años la realizamos de forma natural e inconsciente”, señala Marta. Es importante tratar de recuperarla e interiorizarla para poder sacarle todo el partido a nuestro diafragma.

12. Consejos finales.

A modo de resumen, nuestra experta nos da cuatro consejos rápidos: “Primero, si o sí, tienes que aprender a respirar. Segundo, darte un masaje todos los días en las cuerdas vocales y calentar la voz; es muy fácil y no tardas más de tres o cuatro minutos. Elige una canción y primero la tarareas con la ‘m’ y luego con la ‘r’. Así ya estás calentando el timbre y los resonadores. Tercero, humedecer las cuerdas vocales todo lo que puedas. Por ejemplo, respirar el vaho de la ducha, eso ayuda muchísimo. Por último, entre sesión y sesión, hacer ejercicios de mucosa como hablar para atrás. Esos son los cuidados mínimos que debes hacer”.

Y lo que “nunca, nunca debemos hacer es carraspear, apurar el aire o tomar menta. Es lo peor que le podemos hacer a nuestra garganta”, concluye Marta Pinillos.

Así que ya sabéis: la voz sale gracias las cuerdas vocales y los músculos de la boca y la mandíbula, y los músculos hay que entrenarlos y cuidarlos. Y cuando tengáis un problema, acudid a un especialista, acudid a un foniatra.

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