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Consejos para ser un buen editor de vídeo y cine

Consejos para ser un buen editor de vídeo y cine

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Picture by Cash Macanay on Unsplash

Consejos para ser un buen editor de vídeo y cine. «Un buen montador no hace milagros, pero uno malo puede ocasionar catástrofes» (Renato Sanjuan, montador de Carmen y Lola, nominada a Mejor Película Premios Goya 2019)

Vivimos ya en un mundo completamente audiovisual, en el que todos tenemos al alcance la posibilidad de editar nuestros propios videos. Esta democratización del sector ha enriquecido y revolucionado el lenguaje audiovisual, sin duda. Pero no nos engañemos: cuando una empresa planea gastarse una buena cantidad de dinero en un contenido que espera que le rinda beneficios —ya sean financieros o publicitarios—, siempre recurre a un editor de video profesional.

Por si esta es la profesión que has elegido o te estás planteando hacerlo, en DVO queremos ofrecerte estos 7 Consejos para ser un buen editor de video y cine. Estamos convencido de que con tu pasión y esfuerzo, llegarás a conseguirlo.

1. Nunca dejes de formarte.

Lo primero que debes aprender es que en este oficio nunca se termina de aprender. Una vez hayas asimilado los conceptos básicos del montaje y la narración audiovisual y adquirido una sólida base técnica, prepárate para ser puesto a prueba en cada nuevo proyecto.

En el aspecto formal porque el montaje audiovisual es un lenguaje y como tal, aunque estandarizado, está en continua evolución. Todos los años surgen películas, series, anuncios, videoclips o documentales que exploran nuevos recursos narrativos o dan un giro a una determinada manera de contar una historia. Incorporar esos recursos y giros, te enriquecerá y destacará como editor.

Respecto a la técnica, aquí impera la Ley de Murphy. Cuando por fin domines un programa de edición o un proceso, ya llegará Sony, Adobe, Avid —o quien sea— con nuevas herramientas, actualizaciones, cambios en el interfaz, flamantes flujos de trabajo o cualquier cosa que se les ocurra para desafiar tus conocimientos. Y es renovarse o morir. Tarde o temprano tendrás que ponerte las pilas. Pero siempre mejor si es temprano.

2. Elige un buen compañero de viaje (o varios).

Los programas de edición son nuestros grandes aliados. Y la oferta es tan amplia que no resulta sencillo escoger el que más se ajusta a nuestras necesidades (link). Pero elijas el que elijas, es importante que llegues a compenetrarte en profundidad con él y a controlar el mayor número posible de funciones y herramientas, para poder realizar todo lo que te propongas.

Y por descontado, siempre habrá uno que sea tu favorito, con el que trabajes más a gusto y más eficientemente. Pero recuerda que este es un sector muy dinámico: cuantos más programas de edición manejes, mayores serán tus posibilidades en el mercado laboral.

3. Sé organizado y metódico.

Una gestión ordenada y diligente puede ahorrarte mucho tiempo. Y muchos disgustos. Cualquier proyecto —por pequeño que sea— puede acumular una gran cantidad y variedad de archivos. Nombrar correctamente todos esos archivos y distribuirlos en sus correspondientes carpetas, es vital para evitar pérdidas de tiempo o, peor aun, de material. Pérdidas que —aunque en el mejor de los casos solo sean momentáneas— pueden perjudicar tu reputación como editor.

Por otro lado, una correcta organización te ahorrará molestas distracciones y te permitirá centrarte en los aspectos creativos y productivos de tu trabajo. Y no olvides realizar periódicamente copias de seguridad de tus proyectos. 

4. Optimiza tu mecánica de trabajo.

Ser rápido y resolutivo es de capital importancia en la valoración que los demás puedan tener sobre tu valía como editor. Esto no quiere decir que trabajes con prisas ni con estrés, que como sabemos no son buenos compañeros. Tómate el tiempo que consideres necesario para evaluar el material, escoger las tomas oportunas, estructurar una secuencia, elegir un determinado estilo de montaje… será tiempo ganado al final de la producción, no lo dudes. Pero una vez decidido tu plan de acción, ejecútalo con rapidez y diligencia. Aquí van algunos consejos que pueden ayudarte:

—Amplia o configura convenientemente la memoria RAM de tu ordenador.

—Compagina el uso del teclado con el del ratón o la tablet.

—Configura el teclado y el interfaz de edición con las funciones y herramientas que más a menudo utilices.

—Aprende el mayor número posible de atajos de teclado.

—Busca siempre la forma más sencilla y ágil de ejecutar las distintas operaciones de montaje.

—Entrena la vista y el oído para identificar rápidamente potenciales puntos de corte.

—Crea secuencias ordenadas y fácilmente legibles. Asigna a cada pista su función y no uses más de las necesarias. Un timeline trasparente es el reflejo de un editor con las ideas claras.

5. Amplía tu paleta de recursos.

Hoy en día, salvo en grandes producciones —en las que los diferentes procesos de postproducción siguen estando compartimentados—, es muy posible que trabajes en proyectos en los que tengas que entregar el master final. Esto implica que a tus conocimientos de montaje debas añadir nociones en otras áreas como la corrección de color, la mezcla de audio, los efectos visuales o la animación de grafismos. Obviamente, cuanto mayor sean tus habilidades en esos campos, mayor será tu valía en el mercado.

6. Observa el ritmo.

El gran secreto del montaje audiovisual reside en el ritmo. Una conversación, una pelea, un trayecto, la epifanía de un personaje… Todo acontecimiento tiene su propio ritmo, y tu función es encontrar y recrear el de la secuencia que estás montando. Un ritmo apropiado te ayudará a transmitir veracidad a la escena. Por el contrario, un ritmo incongruente hará que esta naufrague en un mar de pausas o acelerones sin sentido.

Así que observa cómo se producen los acontecimientos en la vida real, toma nota de sus tiempos e interiorízalos para después reconstruirlos en tu narración audiovisual. Acabarás marcando la diferencia.

7. Arriesga.

Mantén siempre el foco en la historia y en el estilo, pero no tengas nunca miedo a probar nuevas ideas. Sigue tus intuiciones y experimenta sin complejos. Y si el resultado no te satisface: Control+Z que te crio, que para eso está. Ensayo y error. A veces los grandes hallazgos o las grandes soluciones llegan por azar o por inspiración difusa. Una mentalidad abierta a lo imprevisto es una puerta abierta a la creatividad.

¿Buscas servicios de edición de vídeo y localización? Podemos ayudarte.

También puedes enviarnos un email a: info@danivoiceovers.com

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