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Nueva York, el cine y la voz en off

Nueva York, el cine y la voz en off

voz en off

Queremos compartir con vosotros algunos momentos inolvidables de la Historia del Cine centrados en la Gran Manzana. Se trata de películas en las que una voz en off nos describe Nueva York mientras vemos la ciudad en las imágenes. Nuestros ejemplos son de películas diferentes entre sí en época, estilo e intención de la voz. Veamos cuáles son.

1) Manhattan (Woody Allen, 1979)

“Capítulo primero. Él adoraba Nueva York, la idolatraba de un modo desproporcionado. No, no, mejor así. Él la sentimentalizaba desmesuradamente. Para él, sin importar la época del año, aquélla seguía siendo una ciudad en blanco y negro…”

La primera película de la lista es la más obvia y la más fundamental. Se trata de Manhattan, el maravilloso homenaje que realizó a su ciudad de nacimiento Woody Allen. La voz en off es interesante porque cuenta varias cosas a la vez. Por un lado, caracteriza al protagonista de la historia: es un escritor algo inseguro, romántico e irónico. Por otro, describe la ciudad en términos poéticos, hablando de su gente, de su estética visual, de lo que representa a nivel cultural. Y finalmente, marca el tono de la narración nada más empezar la película: estamos viendo una comedia. Pero no una comedia de chistes para hacer reír a costa de lo que sea, sino de una que retrata de manera emotiva personas humanas.

La espléndida fotografía en blanco y negro de Gordon Willis y la música de George Gershwin (Rhapsody in Blue), se integran con la voz formando un conjunto consistente: un estado de ánimo romántico, melancólico y levemente sardónico.

(NOTA: la voz en español es de Miguel Ángel Valdivieso).

2) Una historia del Bronx (Robert De Niro, 1993)

(La voz en off empieza en 0:34)

“Esto es Fordham, una zona del Bronx. Mi hogar. Es un mundo propio. Puedes llegar a cualquier parte de la ciudad en quince minutos, pero al mismo tiempo es como si estuvieras a miles de kilómetros. Esa es la iglesia Mount Carmel. Sus campanas resonaban a miles de kilómetros. Era el año de 1960, el «doo-wop» era el sonido de la calle. Parecía que hubiera un grupo de «doo-wop» en cada esquina. Qué tiempos aquellos…”

En el polo opuesto a Manhattan, se encuentra Una historia del Bronx. Frente a la visión romántica de la ciudad como un lugar bello y estimulante, tenemos la crónica de la vida en una zona pobre y deprimida. Esto también es Nueva York.

La voz en off está marcada de entrada por el fuente acento del protagonista (miembro de una de las familias de inmigrantes que pueblan el barrio). Él nos cuenta su niñez con nostalgia agridulce, y nos habla de lugares que le marcaron y que vemos en las imágenes: oscuros, sucios y peligrosos. También habla de una época muy particular: los años 60. La nostalgia y la ternura se mezclan de forma paradójica con la denuncia de un problema social.

(Nota: la voz en la versión española es de José Luis Mediavilla).

3) El apartamento (Billy Wilder, 1960)

(La locución empieza en 1:37)

“Según el último censo, la población de Nueva York es de 8.042.783 habitantes. Tendidos en el suelo uno tras otro y calculando una media de 1,70 m de estatura por persona, la cadena llegaría desde Times Square hasta Karachi, en el Pakistán. Conozco estos datos porque trabajo en una compañía de seguros, la Consolidated Life de Nueva York.”

Nuestro último ejemplo es de uno de los grandes clásicos del cine norteamericano: El apartamento, dirigida por Billy Wilder en 1960, y ganadora de tres Oscars, a las categorías de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión en ese año.

Comedia de regusto amargo que refleja la corrupción inevitable en toda organización humana (la aseguradora en la que transcurre la película, pero también Nueva York), arranca con un voiceover del protagonista, recurso muy apreciado por su director. Así se nos presenta al personaje principal: formal, inocente, y mediocre. Además, se expone la situación de grandes empresas y ciudades como Nueva York: miles de personas conviven, con la alienación que eso supone. Y por último, nos hace reír (o al menos sonreír), porque empieza como si fuese un documental, con datos impersonales y planos documentales, cuando en realidad estamos oyendo hablar a un ser humano de su vida.

(NOTA: la voz en español es de Rogelio Hernández).

¿Recordáis alguna otra película con una voz en off que hable de la Gran Manzana?

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